Dra. Dolores Ramos Bello

Tendinitis aquílea

La tendinitis aquílea es una inflamación del tendón de Aquiles, el tendón más grande del cuerpo, que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón. Esta condición es común en corredores y en personas que aumentan repentinamente la intensidad de su actividad física.

¿Qué partes del cuerpo afecta?

La tendinitis aquílea afecta principalmente:

  • El tendón de Aquiles, ubicado en la parte posterior del tobillo.
  • Los músculos de la pantorrilla, que pueden estar tensos y contribuir al problema.
  • El talón, donde el tendón se inserta y puede provocar dolor.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la tendinitis aquílea implica:

  • Evaluación clínica de los síntomas y el historial de actividad física.
  • Examen físico para identificar dolor, sensibilidad y engrosamiento del tendón de Aquiles.
  • Pruebas de imagen como ultrasonido o resonancia magnética (RM) para evaluar el grado de inflamación y descartar desgarros.

¿Cuáles son las causas de Tendinitis aquílea

Las causas de la tendinitis aquílea incluyen:

  • Sobrecarga repetitiva del tendón debido a actividades como correr o saltar.
  • Aumento repentino en la intensidad o duración de la actividad física.
  • Calzado inadecuado que no proporciona suficiente soporte.
  • Problemas biomecánicos, como pies planos o arco alto.
  • Músculos de la pantorrilla tensos que aumentan la tensión en el tendón de Aquiles.

¿Qué sintomas presenta?

Los síntomas de la tendinitis aquílea incluyen:

  • Dolor y rigidez en la parte posterior del tobillo, especialmente al comenzar la actividad física.
  • Hinchazón y sensibilidad a lo largo del tendón de Aquiles.
  • Dolor que empeora con la actividad y mejora con el reposo.
  • Engrosamiento del tendón de Aquiles.
  • Sensación de crujido al mover el tobillo.

¿Cuál es el tratamiento de Tendinitis aquílea?

Sí, el tratamiento para la tendinitis aquílea incluye:

  • Reposo y reducción de la actividad que causa dolor.
  • Aplicación de hielo para reducir la inflamación.
  • Antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para aliviar el dolor y la inflamación.
  • Terapia física para estirar y fortalecer los músculos de la pantorrilla.
  • Uso de calzado adecuado con buen soporte y posiblemente ortesis.
  • Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento específicos para el tendón de Aquiles.
  • En casos severos, tratamientos como la terapia de ondas de choque o la cirugía pueden ser necesarios.

¿Cuándo pensar en entesitis del tendón de Aquiles?

Deberías considerar la entesitis del tendón de Aquiles en los siguientes casos:

  • Dolor localizado en la inserción del tendón de Aquiles en el talón, especialmente si hay antecedentes de enfermedades inflamatorias.
  • Hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en el punto de inserción del tendón.
  • Presencia de síntomas de espondiloartritis u otras enfermedades inflamatorias sistémicas.
  • Dolor que empeora con la actividad física y mejora con el reposo.
  • “Esguinces” de manera frecuente sin antecedente de traumatismo.

Preguntas frecuentes acerca de Tendinitis aquílea

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